

Las papas fritas de McDonald's son, sin duda, las más conocidas a nivel global. Su éxito radica en una receta que ha sido cuidadosamente diseñada para ofrecer el mismo sabor y textura en cualquier sucursal, sin importar el país. Mientras muchos intentan replicarlas en casa, lograr la perfección que caracteriza a las originales no es tarea fácil.
Esta papa es llamada Innovator, que cumple con estrictos estándares de calidad. Se cultivan en diferentes partes del mundo, adaptándose a las condiciones locales, pero siempre bajo normas rigurosas para garantizar un producto uniforme.
Bastones de entre 5 y 10 centímetros de largo. Este paso, que en casa puede parecer simple, en realidad requiere tecnología avanzada para asegurar que todas las papas tengan el mismo tamaño y forma. Luego, se someten a una pre cocción, que puede realizarse en agua caliente o en aceite a baja temperatura. Este proceso es clave para lograr la textura crujiente que las caracteriza.
Al freírlas directamente desde el congelador en un aceite vegetal alto oleico, a una temperatura de entre 175° y 180° C, se forma una capa exterior crocante que es la firma inconfundible de las papas de McDonald's. El tiempo de fritura, exactamente 3 minutos y 10 segundos, es también un factor que contribuye al resultado final.
En algunas ocasiones se utiliza dextrosa, un tipo de azúcar, para asegurar que las papas mantengan su color dorado característico. Esto se hace solo en casos específicos, dependiendo de la tonalidad natural de las papas en cada cosecha
Lograr estas papas en casa puede ser un desafío, ya que replicar el proceso industrial a escala doméstica es casi imposible. Sin embargo, con la receta y técnicas adecuadas, se pueden obtener resultados muy satisfactorios que, aunque no idénticos, se acercan bastante a las originales.