

En más de una ocasión, nos ha pasado de no recordar el nombre de una persona o dónde dejamos las llaves. Este tipo de lapsus de memoria son normales y forman parte del funcionamiento habitual del cerebro, aseguran los especialistas.
Estudios recientes revelaron que la memoria a corto plazo alcanza su punto máximo alrededor de los 25 años. Sin embargo, a partir de los 50, el área del cerebro que se encarga de recuperar esos recuerdos se vuelve menos eficiente. Esto explica por qué a medida que envejecemos, puede ser más difícil recordar ciertos detalles rápidamente.
Esto no significa que tenemos una disfunción. Si te cuesta recordar aquella película protagonizada por aquel actor, el recuerdo suele estar ahí, solo que tarda más en aflorar. Y de repente, cinco minutos después, te acordás.
Los expertos sugieren que ciertos cambios en nuestros hábitos pueden ayudar a mejorar nuestra memoria. Hay que limitar hacer varias cosas a la vez. No es bueno para la salud del cerebro en general, y a medida que envejecemos, nuestra capacidad para hacerlo suele disminuir. Además, varios estudios han encontrado que el estrés, la falta de sueño y una dieta inadecuada pueden influir negativamente en la memoria.
La adopción de hábitos saludables ha demostrado tener un impacto positivo en las habilidades cognitivas durante la adultez. Media hora diaria de ejercicio cardiovascular puede generar nuevas neuronas en el hipocampo, crucial para la consolidación de la memoria. Dormir bien también es esencial para establecer y mejorar la memoria.
Conocer más sobre nuestra memoria y cómo cuidarla es fundamental para llevar una vida plena y activa, sin preocupaciones innecesarias.