La ansiedad, uno de los problemas más comunes en la sociedad actual, ha aumentado considerablemente en el contexto post pandemia. Factores como el ritmo de vida acelerado, las preocupaciones económicas y la constante incertidumbre sobre el futuro han contribuido a que más personas sufran de este malestar emocional.

En respuesta a este fenómeno, se han popularizado diversas técnicas de relajación, desde la meditación hasta la práctica de yoga. Sin embargo, un aspecto que muchas veces se pasa por alto es la influencia de la alimentación en la salud mental. Una dieta adecuada puede ser una herramienta poderosa para reducir los síntomas de la ansiedad

Es fundamental prestar atención a los alimentos que consumimos diariamente. Según el conocido dicho "mente sana en cuerpo sano", lo que comemos impacta directamente en nuestro bienestar emocional. Por lo tanto, la selección de frutas adecuadas puede marcar una diferencia en cómo manejamos la ansiedad.

Es recomendable evitar el consumo de cafeína, alcohol y altas cantidades de azúcar, ya que estos ingredientes pueden exacerbar los síntomas de la ansiedad. Por otro lado, ciertas frutas ricas en magnesio son especialmente útiles para calmar la mente. El plátano verde, la palta y el durazno son ejemplos de frutas que contienen este mineral y pueden ser beneficiosas para quienes buscan mantener la tranquilidad.

Además, los especialistas sugieren consumir entre cinco y diez porciones de frutas y verduras al día para asegurar un equilibrio adecuado en la dieta. No obstante, es crucial consultar a un nutricionista para ajustar la ingesta según las necesidades personales, lo que contribuye a un bienestar emocional más estable.

Una dieta equilibrada, rica en frutas que aporten nutrientes esenciales como el magnesio, puede ser un aliado silencioso pero efectivo en la lucha contra la ansiedad. Incorporar estos hábitos alimenticios saludables no solo ayuda a mantener un cuerpo sano, sino también una mente tranquila y en equilibrio.