

Vivir juntos, pero separados. Sí, parece contradictorio, pero sin embargo se trata de un nuevo modelo de relación que aumenta cada vez más en distintos lugares del mundo, y España es uno de ellos.
Concretamente, este nuevo fenómenos entre parejas recibe el nombre inglés de Living Apart Together (LAT) y, como mencionábamos, hace referencia a aquellas personas que mantienen una relación íntima, pero optan por vivir en residencias distintas. Respecto a dónde vivir, algunos escogen el mismo edificio, otros la misma calle o una casa cercana e incluso hay para quienes la distancia no es importante.
Las razones para adoptar esta forma de convivencia son variadas, abarcando desde la necesidad de independencia personal hasta cuestiones laborales o familiares.
Ser una pareja LAT, o no convivir, significa que, por ejemplo, los horarios de cada persona se establecen según su criterios, no hay estrés por rutinas comunes y por tanto no habrá tantas discusiones.
En definitiva, no es necesario acordar todos los detalles del día a día, que es donde pueden surgir más problemas. La consecuencia lógica es que se discutirá menos. Al fin y al cabo, la pareja LAT supone tambiénreforzar el autocuidado y disfrutar de tiempo común de calidad.
En conclusión, amar verdaderamente no solo es estar cómodos, sino que es estar felices, aun con los esfuerzos que implique y ante cualquier reto, puesto que amar es una decisión diaria y libre en donde se ve por el bien del otro y no solo por el propio.