jueves 10 de octubre de 2024 - Edición Nº2136

Cultura y Medios | 15 sep 2024

Historias y reflexiones

De la Segunda Guerra Mundial a los cerros de Catamarca: la inspiradora historia de la Virgen del Valle

En el imponente paisaje de Catamarca, entre medio de los cerros, la Virgen del Valle se alza como símbolo de devoción y gratitud.


En los años 1940 Argentina era tierra de oportunidades para los inmigrantes que llegaban escapando de la guerra. La familia D' Agostini nació así. Su padre, italiano, que fue prisionero de guerra en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, obtuvo la libertad luego de la alianza entre Italia y el gobierno de Hitler. Al regresar, encontró su pueblo devastado y decidió emigrar a América. En lugar de desembarcar en Brasil, llegó a Argentina, donde buscó a compatriotas que ya se encontraban en el país desde la Primera Guerra Mundial. Tras pasar un tiempo en La Rioja, se asentó en Catamarca. Se casó por poder con su madre, una joven también italiana que emigró siguiendo a su amor. Se arraigaron con los italianos que había en Catamarca. “Mis padres nos repetían que Catamarca nos abrió las puertas”, recuerda con nostalgia D’ Agostini.  

Del matrimonio nacieron cinco hijos. Walter es uno de ellos y fue quien, por el testimonio de fe de su madre y el profundo amor al trabajo de su padre, sintió que debía devolverle a la tierra que tanto les dio, algo en señal de agradecimiento. Es así que, hace 10 años surgió la idea y se comenzó a pensar la posibilidad de concretarla. No fue un proyecto que se realizó de un día para el otro. Se trabajó durante mucho tiempo sobre los aspectos económico y de desarrollo que implicaba materializarlo. Es un proyecto religioso-turístico, que se encuentra emplazado en el mismo cordón montañoso donde está la Virgen en la gruta. 

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