

Las categorías más afectadas por la reducción en la oferta son los novillitos y vaquillonas, con caídas del 13% y 15% respectivamente. Aunque la oferta de novillos se mantuvo estable en comparación con diciembre, también mostró una disminución del 8% en relación a enero del año anterior. En cuanto a la faena de vacas, se registraron 180.000 animales, un volumen similar al de diciembre pero 15% menor al de enero de 2024.
La menor disponibilidad de ganado ha forzado a los compradores a aceptar precios más altos, con lotes de feedlot alcanzando entre 3.000 y 3.100 pesos, dependiendo de la calidad. Esta subida de precios también afecta la comercialización para exportación, donde el kilo de novillo en gancho ahora cuesta entre 4.500 y 4.600 pesos. Los exportadores han reducido los plazos de pago de 28 a 14 días en un intento por frenar mayores incrementos.
Se espera que la escasez de oferta continúe impulsando los precios durante los próximos meses, a medida que la demanda interna se reactive con el regreso de las vacaciones. La industria ganadera deberá adaptarse a un año que se perfila desafiante tanto para el consumo local como para las exportaciones.