

Durante la décima jornada del juicio por tenencia y facilitación de material de abuso sexual infantil, los acusados Germán Kiczka y su hermano Sebastián ampliaron sus declaraciones. Allí eligieron no responder preguntas del tribunal y esgrimieron defensas insólitas.
Luego, manifestó que el pendrive incriminatorio había sido "plantado" en su domicilio durante el allanamiento. Además, afirmó que tras la declaración de su esposa recordó haberlo utilizado para sus estudios a distancia y trámites laborales, y que se lo había regalado a su padre.
El exlegislador también negó cualquier participación en grupos de Telegram con contenido incriminatorio, y explicó la creación de su canal de YouTube familiar, "El show de magia del Tío Germán", como una actividad “recreativa” con sus sobrinos y hermanos.
En paralelo, argumentó haber consultado a su hermano sobre el pendrive y una computadora Lenovo, pero recibió respuestas que posteriormente consideró inconsistentes.
Más tarde, Sebastián Kiczka desarrolló una insólita defensa que desliga de toda responsabilidad a Germán. Al pedir la palabra, sorprendió al aclarar únicamente que "no sabía que mirar ese tipo de videos era ilegal".
El acusado, que también enfrenta un expediente paralelo por distribución de material de abuso sexual infantil, sostuvo: "Para mí, eso está en Internet y está al alcance". Además, insistió con que creyó borrar los archivos de la computadora de Germán tras ver material de abuso mientras tomaba cerveza en su casa, pero olvidó el pendrive conectado.
Luego de diez jornadas con seis testigos por escrito y un testigo presencial, el veredicto para los hermanos Kiczka llegará el próximo miércoles a las 8:30 en el Edificio de Tribunales de Posadas, Misiones.